Presentación
A continuación, se brinda un análisis en
relación a la comunicación asertiva y las concepciones sobre la misma referidas
en el libro ¨Cuestión de dignidad, el derecho a decir no¨ de Walter Riso.
La
Comunicación desde la visión de Walter Riso
Comunicarse es un acto complejo donde dos o más
personas se relacionan, intercambian mensajes: ya sea, de manera verbal o no
verbal. Dicho intercambio busca la
comprensión y constituye una necesidad y
característica de los seres humanos.
La comunicación entre los
seres humanos es una habilidad que se trabaja, adquiere y es posible modificar.
Según Riso (2012) Nadie nace predeterminado a ser sumiso, esto se aprende de
forma paulatina, “sin darse cuenta”. No
es una cuestión biológica ni hereditaria, es un comportamiento aprendido y por
lo tanto modificable” (p. 17).
Con base en lo anterior,
se ejemplifica como el ser humano cuenta con la capacidad de modificar ciertos
elementos de su accionar, con el fin de lograr comunicarse de una forma asertiva;
no obstante, antes de profundizar en esta temática, es pertinente recordar los
tipos de comunicación, que se explicaran a continuación.
Tipos de comunicación
El ser humano, siempre
está en un constante proceso de comunicación, donde se establecen intercambios
con otros individuos. Por lo tanto, la comunicación puede verse como cualquier
acción o comportamiento que busque suscitar una reacción especifica en la otra
persona, grupo o comunidad.
Con base en lo anterior,
se establece como toda comunicación busca transmitir un determinado mensaje y
para esto se utilizan diversos códigos como: gestos, palabras, expresiones,
posturas, entre otros, lo cual, es posible catalogar como comunicación verbal y
no verbal.
El lenguaje es el
instrumento de comunicación más importante que se posee y el proceso de
pensamiento depende en gran medida del lenguaje y su significación; razón por
la cual, en la mayoría de los casos se establece una doble comunicación: por
una parte la comunicación verbal que incluye todo lo que se comunica por medio
el lenguaje y la comunicación no verbal que abarca una gama de señales,
símbolos, acciones, comportamientos que transmiten un determinado mensaje.
Definitivamente, la
comunicación verbal y no verbal en gran cantidad de ocasiones interactúan de
forma conjunta, en el mejor de los casos sincronizadas y brindando el mismo
mensaje; no obstante, en ocasiones se establecen algunas dificultades en la
comunicación, como por ejemplo cuando se expresa verbalmente una idea, pero el
lenguaje no verbal indica lo contrario.
Estilos de comunicación
Estilo de comunicación pasivo o inhibido.
Una de las
principales característica del estilo de comunicación pasivo o inhibido se
encuentra en que la persona se preocupa en primera instancia por satisfacer a
los demás, por lo que, no defienden sus derechos, por sobre los demás.
Según Riso (2012)
“los individuos sumisos suelen mostrar miedo y ansiedad, rabia contenida, culpa
real o anticipada, sentimientos de minusvalía y depresión. La conducta externa
es apocada, poco expresiva, con bloqueos frecuentes, repleta de circunloquios,
postergaciones y rodeos de todo tipo” (p.30).
Con base en
lo antes citado, es posible contrastar como este estilo de comunicación
podría generar en la persona sentimiento de desamparo, tensión, ansiedad a la
hora de interactuar con otros, mostrando bajo control tanto en las diversas
situaciones, como ante sus propias reacciones.
Por
otra parte, es posible que las personas con estilos de comunicación pasivo o
inhibido, presenten una serie de pensamientos o ideas irracionales que les
dificulte un nivel funcional de interacciones.
Al respecto Riso (2012, p30), indica que existen unas serie de
pensamiento típicos que bloquen a la persona y le limitan en su adecuado
accionar. A continuación se indicaran tres de ellos:
“Los derechos de los demás son más
importantes que los míos.”
“No debo herir los sentimientos de los demás
ni ofenderlos, así yo tenga la razón y me perjudique.”
“Si expreso mis opiniones seré criticado o
rechazado.”
“No sé qué decir ni cómo decirlo. No soy hábil para expresar mis emociones.”
De acuerdo a lo mencionado anteriormente, el
individuo ejerce un pobre control sobre sí mismo, sus deseos, aspiraciones,
anhelos, buscando satisfacer los requerimientos de otros o de la misma sociedad.
Estilo de comunicación agresivo.
La comunicación agresiva es otra forma de
conducta no-asertiva, pero de carácter opuesto a la inhibición. Probablemente la forma más común de falsa
asertividad es la agresividad, la cual con frecuencia solo constituye una
fachada tras de la cual se oculta una debilidad interior en vez de una
fortaleza.
Según Riso (2012, p31), las creencias que
median el comportamiento de este estilo de comunicación se centran en que los
derechos de este tipo de personas son más importantes que los derechos de otros
individuos, logrando en ocasiones infundir temor en sus relaciones más que
respeto o aprobación.
En relación con lo anterior, este estilo de
comunicación se caracteriza en no respetar los derechos, intereses y
sentimientos de los demás y en ocasiones, cuando sobrepasa a una forma más
extrema, podrían referirse conductas como ofensas, provocación o inclusive
ataques; No obstante, también se comporta con estilo agresivo la persona que
sólo busca conseguir lo que desea, sin tener en cuenta los derechos de los
demás, aunque lo haga de una manera más sutil.
Estilo de comunicación asertivo.
Según Riso (2012) “Decimos que una persona es
asertiva cuando es capaz de ejercer y/o defender sus derechos personales, como
por ejemplo, decir “no”, expresar desacuerdos, dar una opinión contraria y/o
expresar sentimientos negativos sin dejarse manipular, como hace el sumiso, y
sin manipular ni violar los derechos de los demás, como hace el agresivo”.
(p.29).
De la cita anterior se desprende, que una persona con estilo de
comunicación asertivo es capaz de expresar sus sentimientos, ideas y opiniones,
defendiendo sus derechos y respetando los de los demás.
Uno de los objetivos primordiales de la
persona asertiva es expresarse de forma adecuada, sin la necesidad de agredir;
por lo tanto, no se está hablando de una imposición de criterios, más bien se
trata de una negociación.
Es muy probable que la persona que logre
interiorizar y actuar bajo este estilo de comunicación en sus relaciones
interpersonales, se sienta relajada y con el control necesario, situación que facilita sus
diversas interacciones, ya sea a nivel familiar, educativo, laboral, entre
otros.
Una vez esclarecidos los estilos de
comunicación, según Walter Riso, es importante conocer las ventajas de ser
asertivo y por ende la importancia de dicho comportamiento, según el mismo
autor.
Importancia
de ser asertivo
Como se ha planteado anteriormente, el ser
asertivo conlleva una serie de ventajas tanto para la persona que lo vive, como
para los otros individuos que interactúan con él o ella; ya sea de forma
directa o indirecta.
La sociedad actual, en ocasiones crea trabas
sobre la importancia de trabajar en la
obtención de un adecuado nivel de comunicación; sin embargo, es necesario analizar y concientizar sobre algunas de las ventajas de
comunicarse de manera asertiva, lo cual se menciona a continuación.
Ventajas
de la asertividad
La
asertividad fortalece el amor propio y la dignidad.
“Para exigir respeto debo empezar por
respetarme a mí mismo y reconocer aquello que me hacer particularmente valioso, es decir, debo quererme y sentirme digno de amor. Precisamente, la dignidad
personal es el reconocimiento de que somos merecedores de lo mejor”( Riso,
2012, p.43).
Lo
anterior señala como el amor propio, el reconocimiento de habilidades, derechos, deberes, en general de
quien soy realmente, promueve el mejoramiento en diversas áreas del desarrollo
y la asertividad se convierte en un herramienta para el logro dichos elementos.
La
asertividad permite una mejor defensa psicológica y nos hace más seguros.
Según Riso (2012) “Cuando somos asertivos se
reduce la discrepancia entre el yo real y el yo ideal. Cada vez que se ejecuta una conducta asertiva
se genera una retroalimentación, que nos dice: “Fuiste capaz”. Sube el yo real
(p.49).
En relación con la cita mencionada, se
desprende como una comunicación adecuada o asertiva, encierra las bases para el
logro de nuestros anhelos o expectativas.
El individuo que actúa de forma asertiva, promueve el desarrollo cada
vez de forma más constante de dicha habilidad.
La
asertividad facilita la libertad emocional y el autoconocimiento.
“Cuando expreso lo que pienso y siento,
libero la mente y sano mi cuerpo. Me doy la oportunidad de observarme a mí
mismo en relación con los otros, me descubro y me comprendo en cada acción y
reacción del intercambio” (Riso, 2012, p.50).
Al respecto, se puede decir que la expresión
asertiva de emociones, ideas, experiencias,
tanto positivas como negativas, posibilita la liberación emocional y el
autoconocimiento, como elementos claves para el adecuado desarrollo del sujeto.
La
asertividad ayuda a resolver problemas y mejorar la comunicación.
Según Riso (2012) “La asertividad permite
relaciones más funcionales, más directas y auténticas. Es un método de comunicación por excelencia,
donde la honradez y la transparencia son determinantes”(p.50).
De acuerdo a lo anterior, asertividad,
comunicación y relaciones interpersonales, se convierten en piezas que
conjugadas de la forma adecuada, pueden convertirse en verdaderos aliados en la
resolución de conflictos y en la interacción cotidiana, tanto a nivel inter
como intra-personal.
Las ventajas del comportamiento asertivo,
planteadas anteriormente, se convierten en promotores al tratar de alcanzar
dicha conducta; sin embargo, es importante complementar la información con la
temática de los derechos asertivos, como un medio para el análisis de la situación en las diversas áreas de
interacción.
Derechos
asertivos
Los derechos asertivos pueden ser muchos y
muy variados, en ocasiones dependiendo del individuo; no obstante, existen
algunos derechos “universales”, los cuales, pueden servir como guía para el presente
trabajo. Riso (2012. pp57-58) presenta una síntesis de los derechos asertivos
extraída de los autores Caballo, Lnage, Castanyer, Ellis y Smith:
1.
El derecho a ser tratado con dignidad y
respeto.
2.
El derecho a experimentar y expresar
sentimientos.
3.
El derecho a tener y expresar opiniones y
creencias.
4.
El derecho a decidir qué hacer con mi propio
tiempo, cuerpo y propiedad.
5.
El derecho a cambiar de opinión.
6.
El derecho a decidir sin presiones.
7.
El derecho a cometer errores y a ser
responsable de ellos.
8.
El derecho a ser independiente.
9.
El derecho a pedir información.
10.
El derecho a ser escuchado y tomado en serio.
11.
El derecho a tener éxito y fracasar.
12.
El derecho a estar solo.
13.
El derecho a estar contento.
14.
El derecho a no ser lógico.
15.
El derecho a decir: “No lo sé”.
16.
El derecho a hacer cualquier cosa sin violar
los derechos de los demás.
Luego de conocer los derechos
asertivos y las temáticas planteadas anteriormente, es pertinente profundizar
en algunas estrategias de comunicación asertiva, con el objetivo de no quedarse
únicamente en la información y tratar de promover la acción y puesta en
práctica de los conocimientos obtenidos.
Estrategias
de comunicación asertiva
Como se ha mencionado en reiteradas
ocasiones, para lograr comunicarse de una forma asertiva es necesario tomar en
consideración algunas estrategias que impulsen a modificar elementos que
interfieren en el adecuado desarrollo de dicho proceso. A continuación, se plantea cada elemento, según lo indicado por
Riso (2012, pp 123-126)
Se tratará de dividir las estrategias en
aspectos de índole verbal y no verbal:
- Verbal:
El contenido verbal del mensaje.
El contenido del mensaje asertivo es la
transcripción en palabras de la meta que se desea alcanzar. El mensaje deber ser
claro, explícito, directo, franco, considerado y respetuoso de los derechos de
las demás personas. El contenido no puede tener puntos medios, es el único
componente que no puede ser negociable: no se puede fallar en lo que se dice,
no se puede cambiar el tema por temor o inseguridad. Cuando se descubre que una
persona no dice lo que piensa se siente indignación.
Fluidez
verbal.
Esta requiere espontaneidad y seguridad. Los
tiempos muy prolongados para dar una respuesta, debido a que se piensa demasiado,
generan angustia en la persona que está esperándola. Las personas inseguras o
inasertivas consideran que cada pregunta es un problema que deben resolver.
Emplean diversos recursos inadecuados, tales como muletillas, silencios entre
una frase y otra, repeticiones y aclaraciones innecesarias, reiteradas
disculpas e insinúan en vez de afirmar. Cuando se conversa con alguien que
carece de fluidez verbal se siente impaciencia y desesperación.
El volumen de
la voz.
Las personas que se sienten intimidadas por figuras
de autoridad suelen bajar el volumen de su voz, al considerar que de esa forma
el impacto de su mensaje no ofuscará al receptor la receptora. Quienes son
inasertivos emplean un volumen de la voz demasiado bajo, lo que, además de
dificultar la comunicación, provoca que se vean como personas tímidas o
inseguras.
Con base en lo anterior, es recomendado manejar un
volumen de voz moderado, donde la persona no se esfurse demasiado por parecer
agresiva, ni se minimice ante los otros individuos.
Modulación y
entonación de la voz.
La entonación comunica sentimientos, nos hace
humanos, nos hace simpático, empáticos o antipáticos. La entonación siempre
implica interés: si el interlocutor es parco, la persona se siente poco
apreciada. Cuando alguien habla con una entonación pobre y sin modulación
afectiva, se experimenta aburrimiento, desconexión y pereza de responder.
- No verbal:
Mirar a los
ojos.
La
mirada huidiza es típica de las personas inasertivas. La persona asertiva no
escapa a la mirada, la sostiene el tiempo suficiente para establecer un buen
contacto. Cuando se esquiva la mirada, generalmente se experimenta desconfianza
porque se presume que la otra persona tiene algo que esconder o bien, que ésta
no nos valida como su interlocutor.
La postura.
Comunica
actitudes y la persona inasertiva, con su sola presencia física, demuestra que
lo único que desea es no molestar. Es difícil acercarse afectivamente a una
persona que no se acepta a sí misma. La sumisión generalmente produce rechazo.
En
relación con lo anterior, es pertinente analizar la postura que se asume ante
determinados episodios y tratar de expresar seguridad y confianza; sin embargo,
esas actitudes no se reflejaran si realmente no se viven en interior de la
persona.
Los gestos.
El
gesto es la entonación del cuerpo. Acompaña físicamente al lenguaje y completa
su sentido. El gesto es lenguaje no hablado, silencio que delata, expresión en
estado puro. Se puede gesticular con todo el organismo, pero es en el rostro
donde más se manifiesta lo que la persona es. Cuando se observa a alguien no
solo se miran sus ojos, también las cejas, la boca, las comisuras. Los gestos
de las personas no asertivas suelen estar desfasados respecto del lenguaje
hablado, lo cual, produce desconcierto, incertidumbre y desconfianza.
Mapa Conceptual sobre la temática
Riso. W. (2012). Cuestión de dignidad, el derecho a decir no. México: OCEANO.
muy bien tiene un 10
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